Bernardo nos acerca la siguiente historia (real):
Hoy me he puesto en contacto con una persona que ha trabajado más de diez años al lado de (que no con ellos) oftalmólogos del sector de la cirugía refractiva y unas de las palabras que más me han sorprendido, aparte de escuchar como decía que muchos de ellos «no tenían vergüenza», es que un día le preguntó a una de estas cirujanas refractivas por qué no se operaba (ya que ésta usaba gafas) y que ella le había contestado que no se operaba porque «solo tenía dos ojos».
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