Cuando yo voy al médico, yo le cuento lo que me pasa con mis palabras, y él lo interpreta con las suyas, y según su conocimiento actúa. Pero su guía de actuación no es lo que yo le digo sino lo que él descubre. Librarse de las gafas no es un criterio de nada para un verdadero oftalmólogo, aunque sí lo sea para el paciente. El paciente no quiere gafas, pero al oftalmólogo eso le da igual: su preocupación es la salud visual de su paciente, y las gafas es un medio para preservar su salud, por tanto su objetivo no es quitarle las gafas a toda costa aunque el paciente le insista. Así que la respuesta del oftalmólogo es: si quieres ver bien tendrás que usar gafas, igual que si quieres andar por la calle tienes que usar zapatos.
Sin embargo en las clínicas de cirugía refractiva lo han puesto del revés: han elevado la ilusión del paciente a objetivo médico, han convertido en criterio médico el lenguaje popular. La ilusión de librarse de las gafas no es un procedimiento médico, es una estrategia comercial. El comercial sí debe buscar la satisfacción del cliente, pero el médico no. El médico busca la salud del paciente, y si te molestan y te cabrean las muletas pues te aguantas, pero las necesitas para caminar. Si necesitas gafas pues necesitas gafas.
La ilusión de la liberación de las gafas desaparece cuando vienen los “efectos secundarios”. La operación es un éxito comercial, porque el cliente ya no necesita gafas, pero es un desastre sanitario, porque el paciente no se libra de las secuelas. Y encima al final va a volver a necesitar gafas…. pero las secuelas con él se quedan.
De Stop Lasik
Reblogueó esto en luisfliguery comentado:
Aunque es un foro de personas muy afectadas, vale la pena estar al tanto