El Doctor Perry Rosenthal es un reconocido especialista y uno de los más prestigiosos doctores a nivel mundial especializado en dolor ocular crónico y ojo seco. Fundador de la organización no lucrativa Boston Eye Pain. En este artículo destapa cómo los tentáculos de esta gran industria influyen en las más prestigiosas revistas científicas y en la FDA (el organismo regulador de EEUU).
«El escándalo de Lasik«
Imagine un procedimiento quirúrgico que se realiza por razones no médicas en un órgano sano fundamental para nuestra capacidad de funcionar. Teniendo en cuenta que este tipo de cirugía ni trata ni previene la enfermedad, ¿cuál es su tasa aceptable de complicaciones graves y permanentes? ¿No debería ser cero? ¿Cómo podemos siquiera considerar que sean mucho mayores que las de las vacunas que, a la vez que ayuda a la salud personal, proporciona beneficios de prevención de enfermedades de valor incalculable? En cambio, las cirugías con láser LASIK / PRK no.
¿Cómo ha sido posible que las bien documentados y desastrosas complicaciones permanentes de estos procedimientos hayan sido ignorados por los FDA? ¿No importan las opiniones de los profesionales de la vista? Tengo una confesión que hacer: a pesar de que yo haya sido consciente de las muchas consecuencias que causan ceguera en esta cirugía y de haber tratado a muchos de ellos cuando trabajaba en la Fundación Boston for Sight (que fundé, pero ya no estoy afiliado), yo también fallé a la hora de actuar en mis observaciones, ya que estos procedimientos quirúrgicos pueden destruir la calidad de vida de estas víctimas.
No hice nada hasta que me di cuenta de una complicación que no se había informado anteriormente; de larga duración, y que es el dolor ocular y, que en muchos casos han provocado el suicidio. Eeste es el dolor que muchos pacientes experimentan después de la cirugía. ¿Por qué no se ha informado previamente de esta devastadora complicación? La respuesta que yo había asumido era que los oculistas habían sido engañados porque estos ojos normalmente se ven normales y bien curados. Y desde entonces, hemos sido entrenados para creer que la causa del dolor ocular crónico siempre se puede identificar durante los exámenes tradicionales y que si no se encuentra nada para explicarlo, este intenso dolor que difieren debe ser imaginario. Por otra parte, como descubrí, la aparición de este tipo de dolor puede ocurrir años después de la cirugía y su conexión con la cirugía es fácilmente ocultable. Yo ni siquiera había considerado que pudiera haber un esfuerzo coordinado para suprimir esta información. Hice exámenes detallados en 21 de estos pacientes y escribí un artículo que detalla las características de esta enfermedad y su dolor que yo llamo dolor neuropático corneal central. Expliqué por qué se diferencia del dolor temporal post-operatorio típico. En ella presenté mi teoría acerca de sus mecanismos e incluí sugerencias sobre cómo se podrían posiblemente prevenir. ¿No debería ser de interés para los oftalmólogos, la FDA y los posibles pacientes? De hecho, fue sumariamente rechazada por una revista líder coordinada por expertos en oftalmología. Me encogí de hombros y se la presenté a un especialista en procedimientos láser sobre córnea, esperando convencido de que fuese aceptada. Pero también fue rechazada de lleno, por razones, según los críticos, de que las complicaciones eran imposibles de resolver.
Yo podría haber explicado que debido a la poca frecuencia de esta complicación se necesitarían más de 15 años a un costo increíble para llevar a cabo los estudios, que insistía, eran necesarios. En otras palabras, sus sugerencias no fueron más allá de quedarse en silencio. Tampoco me permitieron responder.
La decisión era irreversible. Yo estaba confundido. Así que envié mis estudios a reputados investigadores de dolor crónico ocular a nivel mundial. Todos ellos apoyaron que fuese publicado. (Un trabajo «transformador» me dijeron.) Es interesante que en las dos revistas que ignoraron mi estudio y por tanto mis recomendaciones, haya al menos un experto en dolor crónico entre sus coordinadores. Empecé a preguntarme si es que había intereses ocultos o, ¿acaso es qué estaba volviendo paranoico?
Cuando comencé a leer la historia sobre la cirugía LASIK y sus complicaciones me di cuenta de que la función central de la FDA era continuar sin sancionar estos procedimientos a pesar de su historia. Así que envié una carta a la FDA para documentar esta complicación no declarada previamente a pesar de ser advertido de que no iban a responderme. Yo no me lo creía, confiaba en al menos una respuesta. Me equivoqué. Envié la carta dos veces sin que siquiera se me respondiese. Por supuesto podían decirme que mis estudios no estaban legitimados y que por eso habían sido rechazados. Sin embargo, una búsqueda superficial en los motores de búsqueda en internet ofrece una dosis de realidad con respeto a este problema.
¿Dónde queda la vergüenza? Nunca me hubiera imaginado que los editores de revistas científicas, una inmensa y rentable industria de fabricación / comercialización e incluso algunos médicos que ejercen, colaborarían para ocultar estas complicaciones de los pacientes afectados y de los pacientes potenciales. Y ¿qué pasa con la agencia gubernamental cuya principal responsabilidad es la de proteger al público?
A partir de 2011, se estima que más de 11 millones de estos procedimientos se han realizado en los EE.UU.. (http://bmctoday.net/crstodayeurope/2013/02/article.asp…) y más de 28 millones se han realizado en todo el mundo (http://www.aao.org/publications/eyenet/200906/feature.cfm) y se predijo que al ritmo actual de 800.000 procedimientos por año, la disposición de los candidatos para la cirugía está creciendo en 2 millones de ojos por año.(http://crstoday.com/…/the-lasik-market-yesterdays-technolog…).
La industria de la cirugía refractiva es una gran industria con tentáculos que parecen llegar a las entrañas de la FDA. Mientras tanto pienso en lo que les va a suceder a una gran cantidad de personas que se someterán a estos procedimientos ignorando sus posibles complicaciones y que podrían destruir sus vidas.
¿No deberían al menos tener la posibilidad de tomar una decisión con información veraz?
He sido acusado de tener una sobreabundancia de ingenuidad, pero yo no podría permitirme seguir callado.
Doctor Perry Rosenthal, del sitio web www.bostoneyepain.com a fecha de Agosto de 2013.
Escribo desde Peru. Muchas Gracias por compartir la informacion,Tengo una tia que se opero con Lasik y ya que a ella le fue bien yo tambien esta interesado en dicho procedimiento oara corregir 6 dioptrias, sin embargo ya no lo hare. El precio de dejar las gafas es un riesgo alto de enfermedades por lo menos hasta el momento.