Traducimos el artículo del diputado laborista por Hayes y Harlington desde 1997, John McDonnell. Artículo publicado en su blog el 2 de Diciembre de 2014.
Este diputado llevó también el 20 de Noviembre de 2013 al Parlamento Birtánico una ambiciosa propuesta de regulación de esta industria.
Transcripción:
Este es un artículo que hice para el medio Politics First detalla mi campaña en pro de la regulación de la cirugía ocular.
Se cree que en Gran Bretaña entre 100.000 y 120.000 personas al año se someten a la cirugía ocular refractiva (la más común con láser) . A menudo presionados para tomar una decisión sin pleno conocimiento de los riesgos que implica, miles de personas cada año sufren como resultado efectos secundarios debilitantes. En apoyo a la campaña de Sasha Rodoy de «My Beautiful Eyes» (Mis Preciosos Ojos), y con el respaldo de un número de colegas parlamentarios de toda la Cámara, estoy tratando de garantizar que la legislación se introduzca con urgencia a fin de que las normas básicas se cumplan con el fin de evitar que la vista de la gente sea puesta en riesgo.
La negligencia corporativa es endémica en la industria. Los vendedores, a veces descritos como consejeros o técnicos de refracción a pesar de tener una formación mínima o nula en lo que implica a la cirugía, se ven presionados por la industria para engatusar a los posibles pacientes a tomar una decisión rápida sobre la base de un descuento o una consulta preoperatoria gratuita limitada en el tiempo. Un documento de formación de 10 páginas de una de estas empresas líderes se filtró a la prensa, en cual se detallaba de cómo el personal era formado para «tomar el control» de sus clientes potenciales buscando un «una ‘conexión comercial’ – algo personal que se pueda compartir con ellos o que puedan compartir con ustedes«. Un empleado de esta firma reconocía que para la empresa: «El paciente realmente es el último de la lista de prioridades».
Del mismo modo, los estándares demasiado bajos a menudo caracterizan el proceso operativo. Citas pre-clínicas que deben, de acuerdo con las directrices propuestas proporcionadas por el Colegio Real de Oftalmólogos, estar disponibles para todos los pacientes y realizadas con el cirujano presente son, en realidad, a menudo realizadas por optometristas inadecuadamente cualificados y a veces con los comerciales de ventas no calificados. Mientras tanto, las complicaciones de la cirugía son muy comunes y a menudo no se denuncian.
Un números impactante de pacientes se acercaron a mi oficina citando circunstancias en las que han perdido su trabajo y cómo sus medios de vida se han visto afectados como resultado de lesiones oculares irreparables a manos de marcas líderes. A pesar de esto, actualmente no existe un requisito legal para que un cirujano sea calificado en este campo de la cirugía. El certificado de carácter voluntario emitido por el Colegio Real de Oftalmólogos está en manos de sólo la mitad de los que practican la cirugía, y, de forma preocupante, incluso la absorción de esta calificación se encuentra en una tendencia a la baja, con un menor número de cirujanos que se examinan cada año. Dado que no se informa, no hay límite en el número de procedimientos que un cirujano puede llevar a cabo, y demasiados pacientes no gozan tampoco del tiempo necesario para replantearse la intervención.
Cuando los pacientes arrastran complicaciones postoperatorias graves, muchos reconocen que es muy difícil obtener una atención posterior por parte de estas empresas. A menudo no les han dejado otra opción que recurrir a la ley, por lo que los pacientes se ven obligados a firmar acuerdos de compromiso entre los que entran cláusulas deleznables para que no expongan lo que les ha sucedido.
Trabajando junto a El Real Colegio de Oftalmólogos, estamos buscando asegurar altos estándares de servicio, apertura, transparencia, rendición de cuentas y un seguimiento a los pacientes a largo plazo. Nuestras exigencias son completas y claras.
En primer lugar, como mínimo, todos los cirujanos deben estar calificados, certificados y tener evaluaciones de competencias regulares de aquí en adelante. En segundo lugar, debe haber apertura y transparencia para que las tasas de éxito de los cirujanos y de las clínicas puedan ser publicadas. En tercer lugar, el Gobierno debería considerar limitar el número de operaciones que los cirujanos pueden realizar en un solo día. En cuarto lugar, debemos asegurarnos de que las técnicas de venta abusivas sean ilegales en este campo. Debe ser un requisito legal para las empresas y los cirujanos proporcionar información completa, de forma comprensible, sobre todos los riesgos para los pacientes. En quinto lugar, también debe haber sanciones más severas para las empresas que infringan normas de ventas y publicidad agresiva, debido a que el resultado de sus acciones exponen a las personas a riesgos de salud graves. En sexto lugar, debe haber un tiempo de reflexión de siete días, de cumplimiento obligatorio en la ley, entre la decisión inicial y el consentimiento final. En séptimo lugar, también debe garantizarse cuidados posteriores y, si las cosas van mal, los procedimientos correctivos deben correr a expensas de la empresa, no del individuo. Por último, debe haber un plan de compensación – el mecanismo para asegurar la compensación para las personas que sufren pérdidas y daños como resultado de estas acciones debe ser más rápida y menos litigiosa.
Todo esto está en marcha como forma de garantizar una regulación efectiva de la cirugía ocular refractiva y se incluye en el nuevo órgano propuesto que ha sido creado debatir sobre todas las áreas de la cirugía estética tanto con el Departamento de Salud y el Colegio Real de Cirujanos – el Comité Interamericano de Especialidad.
John McDonnell, solicita en la Cámara de los Comunes la revisión y por tanto la regulación de la industria de la cirugía refractiva debido a la necesidad surgida por el alto número de personas afectadas por la industria.
Sigue a la activista británica Sasha Rodoy
Reblogueó esto en luisfliguery comentado:
Equilibrio en las decisiones
Pués si, deberían estar obligagos.