Bernardo, un afectado de la cirugía refractiva nos cuenta su historia y los daños que le ha producido esta intervención a través del programa de radio de la Cadena Ser «Hablar por Hablar».
Bernardo era un paciente joven que buscaba corregir su hipermetropía y astigmatismo. Descartado para la cirugía ocular láser por el grosor de su córnea, se le planteó la posibilidad de las lentes intraoculares fáquicas, que finalmente tampoco pudieron ser empleadas (no había suficiente espacio en la cámara posterior ni anterior, lo cual es habitual en pacientes hipermétropes). Aún así el cirujano, un oftalmólogo de renombre que además desempeña un importante cargo en un hospital público, en vez de descartar la posibilidad de su intervención no cesó en su empeño y finalmente empleó lentes pseudofáquicas (usadas en caso de cataratas), extirpando un cristalino completamente sano y funcional a un paciente joven de forma irreversible. Este caso es uno de tantos que demuestra la falta absoluta de ética dentro del sector.
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