- La sentencia reconoce el dolor ocular crónico (neuralgia corneal) como consecuencia de la cirugía láser LASIK.
- La clínica oftalmológica de Oviedo deberá indemnizar con 37.027,02 euros (más intereses) a Tatiana Verdión, miembro activa de la Asociación Española de Afectados por Intervenciones de Cirugía Refractiva (ASACIR)
Tatiana, reconocida activista contra la industria de la cirugía refractiva, gana la batalla judicial a Clínica Bascarán. La sentencia reconoce la falta de información escrita y oral por parte de la clínica de las secuelas producidas: ojo seco crónico y neuralgia corneal (que como hemos denunciado desde ASACIR en numerosas ocasiones son impredecibles y pueden producirse incluso cuando la cirugía está bien efectuada, como es el caso). También el daño moral y psicológico como consecuencia de estas.
“Como si tuviera arena en los ojos, hay veces que la arena se convierte en “piedras”, en otros momentos siento como si tuviera agujas clavadas, como si un cuchillo me atravesara el ojo desde el lagrimal a la ceja, ardor como si las lágrimas fueran ácido o como si un estropajo me rayara la córnea cada vez que parpadeo…”
Así es como describe Tatiana sus secuelas desde que se sometió a la cirugía láser para corregir su miopía en 2013. “Me gasto más del mil euros cada año”, reconoce Tatiana, que al daño físico se suma el elevado coste para contrarrestar los síntomas de esta enfermedad, hasta ahora sin tratamiento efectivo.
El proceso judicial
Tras firmar un formulario de consentimiento informado y serle practicadas varias pruebas, se la consideró apta para la cirugía sin que le fueran advertidos ni explicados los riesgos, complicaciones, efectos secundarios y secuelas propias de esta técnica.
Los meses siguientes a la cirugía, y como consecuencia de esta, la paciente fue diagnosticada de ojo seco neurodeprivativo, evaporativo y queratoneuralgia (dolor neuropático corneal).
El debate en el procedimiento judicial que fue dirigido por la letrada de Oviedo Dª. Isabel Cossío Fernández, se trasladó a dos puntos: por una parte, determinar si la aparición del ojo seco severo de forma crónica y el dolor neuropático binocular fueron producidos por la intervención. Y por otra, si eran riesgos previsibles de los que debería haber sido informada, y si realmente lo fue.
A lo largo del juicio, se probó que no consta que se le haya facilitado información alguna sobre las enfermedades crónicas con las que resultó, siendo además contradictorio que la clínica defienda que no se debía informar a la paciente del riesgo de padecer dolor neuropático corneal pues de desconocía la existencia de la patología y simultáneamente sostener que se le facilitó información sobre la misma. En definitiva, “se trataba de riesgos relevantes que no figuran en el documento de consentimiento informado facilitado y que no consta que hubieran sido proporcionadas verbalmente (…) no existe un hecho traumático conocido que pudiera haber causado la neuralgia, ni ninguna otra circunstancia”.
Varios especialistas diagnosticaron la presencia del dolor neuropático y la sentencia afirma que “no existe base para apartarse de los diagnósticos que de forma mantenida en el tiempo le atribuyen el síndrome de ojo seco pos-lasik y la neuralgia corneal crónica pos-cirugía refractiva corneal (…) por tanto, debe establecerse como probada la relación causal de ambas dolencias con la intervención quirúrgica”.
La sentencia incluye una indeminización por el daño moral “en atención a la alteración de ánimo que el proceso supuso para la demandante, como se evidencia en el peregrinaje de médicos y quejas desentendidas…”
Tatiana Verdión, un ejemplo de lucha
Tatiana Verdión es también una reconocida activista contra esta industria y forma parte de ASACIR, desde donde hemos contactado con miles de víctimas por este tipo de cirugías.
– ¿Cuándo te diste cuenta que no eras un caso único?
Unos meses después de la cirugía. Estaba completamente desesperada porque desde el mismo momento que salí del quirófano, no aguantaba más de diez minutos sin echarme lágrimas artificiales y hablando con un amigo me dijo que me moviera, que buscara por Internet porque tenía que haber más gente como yo. Fue así como di con ASACIR y como, desde el primer momento, me quise implicar en su lucha. No quería, ni quiero, que nadie tenga que pasar por lo mismo yo.
– Ha sido una gran victoria judicial en donde se reconoce el dolor ocular crónico; ¿cómo ha sido todo este proceso a nivel psicológico?
Es muy duro ver como en un juicio banalizan con tu salud, con las secuelas que te han cambiado la vida, y como pretenden manipular y mentir sin ningún tipo de escrúpulo. Afortunadamente tuve gente que me apoyó y me ayudó en los momentos más duros.
– ¿Cómo te sientes ahora tras la sentencia?
Satisfecha del resultado, orgullosa de haber luchado para llegar a aquí y con la esperanza de que esta sentencia sirva de ayuda a más gente afectada.
– ¿Sientes que hubo reparación?
Psicologicamente fue una gran victoria. Económicamente sigo pensando que arruinar la vida de la gente les sigue resultando muy barato.
– ¿Cuál es tu objetivo tras ganar esta sentencia?
Seguir luchando y demostrar el daño que provoca esta industria. Es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto inmediatamente.
Jose dice
Hola soi Jose operado de lasick hace 2 años nunca llegue ver bien me operaron con el nervio óptico tocado descafeinó Glauco a en los dos ojos en el izquierdo me dio una hipotension veo todo blanco y a pedazos y derecho Glauco a mui avanzado antes de la operación tenía 3.50 esto es un orrror pretensiones quedarme ciego en poco tiempo ansiedad depresión antes era una persona sana y feliz tengo una hija de 5 años me jodieron la vida pero ahí que ser fuerte tirar para- adelante